¿Las uñas encarnadas te están causando molestias? Este problema común puede provocar dolor e incluso infecciones si no se trata. Aunque existen soluciones como baños de agua tibia o cambios de calzado, la cirugía es la opción más efectiva para casos persistentes. Con un procedimiento rápido y una recuperación sencilla, podrás olvidarte del dolor y volver a caminar con normalidad.
Las uñas encarnadas, también conocidas como onicocriptosis, son una afección común en la que el borde de la uña crece hacia la piel, causando dolor, inflamación, e incluso infección en los casos más graves. Aunque no siempre representan un problema grave de salud, pueden resultar muy dolorosas e interferir con actividades cotidianas como caminar.
Esta afección suele presentarse con más frecuencia en el dedo gordo del pie, aunque puede afectar a cualquier uña, y su aparición puede deberse a factores genéticos, malos hábitos al cortar las uñas o el uso de calzado inadecuado.
Existen varias formas de tratar una uña encarnada, desde tratamientos conservadores hasta soluciones quirúrgicas definitivas. Con la intervención adecuada, es posible prevenir complicaciones mayores y aliviar el dolor de manera efectiva.
Uno de los primeros síntomas de una uña encarnada es el dolor intenso en el borde de la uña afectada, que empeora al aplicar presión, como al caminar o usar calzado ajustado. Este dolor suele ir acompañado de enrojecimiento e hinchazón en la piel circundante, signos claros de irritación del tejido. En los casos en que la uña encarnada se agrava, puede desarrollarse una infección, caracterizada por la acumulación de pus alrededor de la uña, lo que indica la necesidad de tratamiento urgente. Además, la combinación de dolor e inflamación puede dificultar la movilidad, haciendo que actividades cotidianas, como caminar, se vuelvan incómodas o dolorosas
Cortarlas demasiado cortas o redondeadas facilita que crezcan hacia el interior.
Zapatos que comprimen los dedos pueden forzar a las uñas a crecer de manera incorrecta.
Lesiones repetitivas o pisotones pueden alterar el crecimiento de la uña.
Algunas personas tienen una predisposición natural a desarrollar uñas encarnadas debido a la forma de sus pies o uñas.
La humedad constante en los pies puede debilitar la piel alrededor de las uñas y favorecer la aparición de uñas encarnadas.
El tratamiento de las uñas encarnadas varía según la gravedad de la afección. En casos leves, los baños de agua tibia con sal pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Además, un podólogo puede optar por levantar la uña y colocar una férula o algodón para guiar su crecimiento de manera correcta. Si se presenta una infección, el uso de antibióticos puede ser necesario, aunque no corrige el problema de base.
Cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, se recurre a soluciones quirúrgicas. La matricectomía parcial consiste en eliminar la parte de la uña que crece hacia el interior y parte de la matriz para evitar que vuelva a encarnarse. En casos más graves, se realiza una avulsión total, extrayendo la uña completa y destruyendo la matriz para impedir su crecimiento. Ambos procedimientos son ambulatorios, con una recuperación rápida y eficaz.
Soy el Dr. Alejandro Cuervo, Podólogo, Fisioterapeutay Osteópata. En mi clínica, utilizo la técnica de cirugía mínimamente invasiva (MIS) para tratar los juanetes. Esta intervención permite una recuperación más rápida y con menos dolor. Me especializo en biomecánica y ortopodología, lo que me permite ofrecer un tratamiento integral y personalizado a cada paciente, asegurando así una notable mejora en su calidad de vida.
Preguntas frecuentes
La uña se encarna cuando crece hacia la piel circundante, lo que suele ser causado por un mal corte de la uña, calzado ajustado o predisposición genética.
En fases iniciales, se puede intentar con baños de agua tibia con sal y mantener el área limpia y seca. Si el problema persiste, es recomendable acudir a un podólogo para un tratamiento profesional.
Es importante acudir al podólogo si experimentas dolor constante, signos de infección como pus o fiebre, o si el problema se repite con frecuencia.
La cirugía es recomendable cuando los tratamientos conservadores no son efectivos o en casos donde las uñas encarnadas se vuelven un problema crónico. La cirugía ofrece una solución definitiva y de bajo riesgo.