La fascitis plantar es una de las principales causas de dolor en el talón, afectando tu capacidad de caminar y realizar actividades diarias. Aunque los tratamientos conservadores como el reposo o la fisioterapia pueden ayudar, la cirugía mínimamente invasiva (MIS) es la solución definitiva en casos persistentes. Con un procedimiento rápido y una recuperación sencilla, podrás volver a caminar sin dolor y recuperar tu calidad de vida.
La fascitis plantar o dolor al plantar el talón es una afección común que afecta la fascia plantar, un tejido fibroso que se extiende desde el talón hasta los dedos del pie. Esta estructura tiene la función de amortiguar los impactos al caminar y proporcionar soporte al arco del pie. Sin embargo, cuando se somete a tensión excesiva o sobrecarga, la fascia puede inflamarse, provocando dolor intenso en la parte inferior del pie, especialmente en el talón.
La fascitis plantar es la causa más frecuente de dolor en el talón, afectando a personas de todas las edades, aunque es más común en adultos que practican deportes, tienen sobrepeso o usan calzado inadecuado. Este dolor suele ser más pronunciado al levantarse por la mañana o después de períodos prolongados de reposo. Si no se trata adecuadamente, puede convertirse en un problema crónico que dificulta las actividades diarias.
El principal síntoma es el dolor intenso en la parte inferior del pie, especialmente en el talón. Este dolor es más fuerte al dar los primeros pasos después de estar en reposo, como al levantarse por la mañana.
A medida que se camina, el dolor puede disminuir ligeramente, pero en muchos casos vuelve a intensificarse tras estar de pie durante largos períodos o después de actividades físicas. La fascia inflamada puede provocar rigidez y dificultad para mover el pie, afectando la movilidad diaria.
Correr o caminar en exceso puede causar estrés repetitivo en la fascia, lo que desencadena la inflamación.
Usar zapatos con poca amortiguación o suelas duras puede aumentar la presión en la planta del pie, facilitando la aparición del dolor.
Ambas condiciones alteran la biomecánica del pie, provocando un mayor estrés en la fascia plantar.
El exceso de peso pone más presión en los pies, aumentando el riesgo de fascitis plantar.
Trabajar de pie en superficies duras sin el calzado adecuado puede generar dolor al plantar el talón.
La cirugía mínimamente invasiva (MIS) es la solución definitiva cuando los tratamientos conservadores no logran aliviar el dolor de la fascitis plantar. A medida que la fascia plantar se degenera por el tiempo y la tensión acumulada, los enfoques tradicionales pueden perder efectividad. Por suerte, las técnicas quirúrgicas actuales permiten tratar esta afección mediante microincisiones, logrando excelentes resultados y una recuperación rápida.
La intervención más común es la fasciotomía plantar, que se realiza a través de una pequeña incisión de 2 mm. Este procedimiento alivia la tensión de la fascia, eliminando el dolor de forma eficaz y duradera. Al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, el impacto sobre el tejido es mínimo y facilita una rápida recuperación.
Soy el Dr. Alejandro Cuervo, Podólogo, Fisioterapeutay Osteópata. En mi clínica, utilizo la técnica de cirugía mínimamente invasiva (MIS) para tratar los juanetes. Esta intervención permite una recuperación más rápida y con menos dolor. Me especializo en biomecánica y ortopodología, lo que me permite ofrecer un tratamiento integral y personalizado a cada paciente, asegurando así una notable mejora en su calidad de vida.
Preguntas frecuentes
El dolor se localiza principalmente en el talón, aunque también puede extenderse a lo largo del arco del pie. Este dolor es más intenso al levantarse después de estar sentado o al dar los primeros pasos por la mañana.
Aunque es menos común en niños que en adultos, la fascitis plantar puede afectar también a los más jóvenes, especialmente si participan en actividades deportivas que ejercen mucha presión sobre los pies. Los síntomas y tratamientos son similares a los de los adultos, aunque la recuperación tiende a ser más rápida.
Si sufres de fascitis plantar, es importante usar calzado adecuado con buena amortiguación y soporte del arco. También es recomendable evitar superficies duras y realizar descansos regulares para no sobrecargar el pie.
El tiempo de recuperación puede variar. En la mayoría de los casos, el dolor mejora en unas semanas con tratamiento adecuado, pero en otros puede durar varios meses y ser necesario la cirugía. Si no se trata, puede convertirse en un problema crónico.